Hablar de posicionamiento orgánico y de pago es moneda corriente cuando se trata de posturas de marketing digital en cuanto a sitios web. Por sus siglas, entendemos respectivamente a SEO y SEM como “Search Engine Optimization” y “Search Engine Marketing”. Ambos, desde su respectiva orbe, integran la matriz del posicionamiento de sitios web para buscadores.

Para hablar de rentabilidad desde cada uno de ellos, es importante destacar dos cosas: el factor tiempo y los objetivos buscados. Si bien puede resultar bastante obvia la relación que une a los factores y a los términos, no está de más destacar que una correcta combinación entre ellos, puede resultar en una estrategia ganadora. Y, por otra parte, un error puede llevar a una pérdida completamente innecesaria tanto de tiempo, como de dinero.

Hablar de SEO es entender los mecanismos de comunicación entre un sitio web y un motor de búsqueda determinado. A los efectos, tomaremos por caso Google. Asimismo, hablar de SEM implica conocer las distintas posibilidades que el gigante tecnológico ofrece a la hora de establecer estrategias de marketing en las que el dinero es el factor predominante.

SEO y SEM: tiempo y dinero

Los cuatro conceptos están íntimamente relacionados. Cualquier estrategia SEO, para considerarse ganadora, debe atenerse al factor tiempo así como cualquier estrategia SEM, debe hacerlo al dinero (desde luego, a su distribución por campañas).

No son pocos los casos de empresas que, en el afán de alcanzar sus objetivos de manera rápida, pero sin estar dispuestas a afrontar una inversión económica, apelan al posicionamiento orgánico, esperando ver resultados a corto plazo. Indefectiblemente, la frustración estará esperando a la vuelta de la esquina.

Como dijimos anteriormente, hablar de rentabilidad es entender a la perfección estas dos cuestiones.

Para simplificar, haremos la siguiente distinción:

  • Rentabilidad económica
  • Rentabilidad real

Si bien esta distinción puede sonar extraña, la explicaremos a continuación.

Rentabilidad económica

Es la que toda empresa busca. Sin importar más nada, sorteando obstáculos y dificultades, lo único que importa es que el dinero comience a ingresar a los bolsillos. Y por supuesto que es posible. Pero llevará consigo un costo, muchas veces también económico, expresado en el dinero que debe invertirse para que el camino sea allanado. ¿Allanado de qué? De las arañas de Google.

¡Que el nombre no asuste! Las arañas de Google, también conocidas como crawlers, son bots de rastreo enviados por la empresa de Larry Page, las cuales se encargan de rastrear todo el contenido que se le indica, justamente a Google, que debe mostrar en sus SERPs.

No vamos a explicar en este momento cómo es su funcionamiento. Simplemente diremos, a modo explicativo, que una inversión monetaria les ahorrará el trabajo a estos pequeños robots. En otras palabras, estaremos pagando por hacer que nuestro sitio aparezca en la sección de anuncios del gigante de la tecnología, en sus redes search y de display.

Es así como funciona el SEM. El tiempo ya no es un enemigo y los objetivos se convierten automáticamente en medibles, específicos, y desde luego alcanzables.

¿Pero qué ocurre cuando pagar por anuncios no es una opción?

Rentabilidad real

El nombre pareciera salir de un manual de economía, pero no es el caso. Tomamos este nombre de ejemplo para demostrar cómo es que se establece la diferencia entre los objetivos financieros buscados por quien entiende la importancia de posicionar su sitio web, y contrata el servicio de SEM, de quien busca ir más allá y otorgarle fortaleza a su marca, buscando aparecer en los primeros resultados en las páginas de respuestas de búsqueda de Google (SEO).

¿Por qué hablamos de rentabilidad real? Porque en el caso del SEO, los objetivos se alcanzan llevando al factor tiempo de la mano. Y, manteniendo una disciplina de trabajo, logran perdurar tanto en el tiempo, que la marca (con sus keywords ganadas), se graba a fuego tanto en la mente del público objetivo, como en los primeros puestos de Google.

De esta manera, la “rentabilidad real” será directamente proporcional a la cantidad de usuarios que busquen determinadas palabras clave, y a las principales posiciones que la marca ocupe en el SERP. Esto, como dijimos, indefectiblemente va de la mano con el factor tiempo.

Para conocer más al respecto del mundo del SEO, puedes continuar navegando por nuestro blog.

Y recuerda, si lo que buscas es que tu sitio aparezca en las primeras posiciones de Google, no dudes en contactarnos.